No hay duda que será un proceso histórico para Chile. Inédito. Único. Paritario. Nunca pensé estar ahí y sospecho que cada día será una sorpresa. Quiero dejar registro de lo que ocurra. Para que no se (nos) olvide, pero también para quien quiera saber lo que pasa dentro y hacerse su propia idea. Es importante la transparencia. Los blogs se leen cronologicamente de abajo hacia arriba y muchas veces escribo mientras se desarrollan confusos episodios.

Inexplicable Comisión de Derechos Fundamentales

Siempre he dicho (está en la bajada del blog) que esta CC no deja de sorprender, pero lo de ayer fue impactante e inexplicable.

Se votaba en general el primer informe de la esperada comisión de derechos fundamentales. 50 artículos, después de 2 meses de trabajo, trasnoches votando, negociaciones y muchos reclamos porque se limitaba el debate, para avanzar.  Llegaron con el informe con todas las normas que habían obtenido mayoría en la comisión (es decir, 17 votos mínimo).

Pues bien, comienza la votación y de 50 artículos, se aprobaron 13. ¡Raro! Pero mucho más raro aun fue que muchos de los artículos obtenían 8, 4 y hasta 2 votos a favor. No pocos artículos no tuvieron ni siquiera los 17 votos de los que votaron a favor de ellos en la comisión. ¿Cómo se explica eso?

¿No se dieron cuenta que no les gustaban cuando los aprobaron? Dicen que la derecha insistió en forma permanente de que estaban mal redactados, eran maximalistas, enredados y muchas otras falencias. Dicen que Felipe Harboe también lo dijo. No me extraña que no hayan escuchado.

Todo esto al mismo tiempo que el coordinador de la comisión, Cesar Valenzuela, pide a través de la prensa alargue, porque no dan los tiempos. 

¿Cómo van a dar los plazos si la comisión con más iniciativas de la Convención no logra presentar un informe que se apruebe, después de 2 meses de trabajo, y tienen que volver a empezar?

En fin. Entre las cosas que se rechazaron (quién sabe si por que se consideraban mucho o muy poco) están la libertad de emprender y desarrollar actividades económicas; el derecho de propiedad y su norma de expropiación; una norma que concedía propiedad colectiva a los pueblos originarios y que les confería derecho a recuperación y restitución de esas tierras, ya que se encuentren en manos públicas o privadas, por ser víctimas de un despojo histórico (¡menos mal!); la libertad de expresión y el derecho a la libertad de conciencia, pensamiento, creencias, cosmovisión y religión (muy mal hecha). 

Dentro de las cosas que se aprobaron, están:

  • El derecho a la vida y a la integridad personal, aunque asegurando también aborto voluntario sin límites en edad de gestación ni causales.
  • Derechos sexuales y reproductivos, para todos. Esto es el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción. 
  • Educación Sexual Integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad, enfocada en el placer; la responsabilidad sexoafectiva; la autonomía, el autocuidado y el consentimiento; el reconocimiento de las diversas identidades y expresiones del género y la sexualidad. Con una política UNICA de Educación Sexual Integral, de carácter laico, desde la primera infancia y durante el curso de la vida.
Es decir, aborto libre y educación sexual desde niños, a través de una sola política que decide el gobierno de turno, obligatoriamente de carácter laico, enfocada en el placer. 

Lo del aborto sin límites de tiempo es como único en el mundo. Es raro que nadie se impresione de que se pueda "interrumpir un embarazo" el día antes de nacer. Tiene cara de asesinato, infanticidio, eutanasia. No sé, me parece extremo.

Y la política UNICA de educación sexual definida por el Estado, me parece dictatorial. ¿En verdad un burócrata va a decidir qué se enseña a mis hijos y no puedo decidir darle un enfoque religioso si me da la gana?

Con la aprobación de estos artículos, las y los feministas, saltaban, aplaudían, se abrazaban, les salían lágrimas. No deja de sorprenderme que le pongan más empeño a consagrar esos derechos, que derecho a la educación, salud o vivienda. 

Porque además entre las cosas que también se aprobaron están los derechos de las personas chilenas en el extranjero, garantizando el derecho a votar en las elecciones de carácter nacional, presidenciales, parlamentarias, plebiscitos y consultas.

También el derecho a reunirse y manifestarse pacíficamente, sin permiso previo.

No sé cómo se lo van a tomar los alcaldes ni los mismos ciudadanos cuando una manifestación les corte el tránsito sin previo aviso. 

Hoy seguimos con el primer informe de la comisión de Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Soberanía. No sé por qué, pero espero sorpresas. 


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