Las joyitas de la semana…
Las joyitas de la semana se dieron en las comisiones de derechos humanos, una vez más, en la de modelo económico y, por primera vez, en la de ciencia y cultura.
Ya adelanté que se estableció que la naturaleza tiene derechos fundamentales y que los pueblos originarios tienen titularidad colectiva de derechos humanos. Así como todos los derechos fundamentales no serán considerados bienes económicos y nunca podrán someterse a la lógica del mercado, se establece la como restricción o límite a los mismos el respeto a la identidad/integridad cultural del individuo o pueblo y nación indígena al que pertenece.
No es mi expertise, pero como que estamos creando algo que se puede llamar “neoconstitucionalismo”.
En medio ambiente y modelo económico, ya comentamos que se establece como bienes estratégicos el cobre, oro y cualquier otro bien así calificado por la ley; se nacionalizan todas las empresas de bienes estratégicos, se limitan los tratados internacionales y se establece un plazo para salirse de ellos (denuncia).
Adicionalmente, en línea con lo que pasa en todas las demás comisiones, se establece que la naturaleza es sujeto de derechos y deber del estado de promover sus derechos; se crea Defensoría de los Derechos de la Naturaleza (antes de la creación de la defensoría de las víctimas, por cierto); la propiedad y otras libertades podrán ser objeto de restricciones para garantizar los Derechos de la Naturaleza; se crea el concepto de bienes naturales comunes “a todos los pueblos y naciones de Chile, personas y seres vivos y no son susceptibles de propiedad privada”. Algo bien novedoso....y peligroso.
Bienes Naturales Comunes son cosas tan simples como minerales, mar territorial, salares, fuentes de energía renovables convencionales y no convencionales, zonas de alta montaña, bosques nativos y todos aquellos que establezca la ley. Una cosa poca, digamos.
Solo el Estado podrá entregar permisos sobre estos bienes naturales comunes, orientados al “buen vivir” y "con distribución equitativa de beneficios priorizando comunidades indígenas y futuras generaciones”. Pero además, los pueblos originarios serán los dueños de los bienes comunes naturales de sus territorios y pueden usarlos, beneficiarse y disponer de ellos, de acuerdo con su derecho propio.
Una vez más suponemos que "sus territorios" puede transformarse fácilmente en "todo el territorio nacional". No quiero ser alarmista, pero si los pueblos originarios comienzan a hacer valer estos derechos, no creo que el resto no defienda lo que considera propio. Peligroso, peligroso.
Finalmente, en la comisión de cultura e innovación, se atenta derechamente contra los derechos de propiedad intelectual (garantizados por tratados internacionales), ya que se aprueba garantizar el libre acceso a los conocimientos si se les da un “uso justo” (concepto no definido y, una vez más, por ambiguo, peligroso).
Asimismo se pretende que todos los conocimientos y creaciones en las que colabora el Estado, sean de acceso libre y garantizado, como podría suceder con una start up que recibe parte de su financiamiento del Estado. Nada más, ni nada menos.
Fuera de la Convención, empezamos a escuchar voces (twitts la verdad) hablando de proceso fracasado, aprobación de aberraciones, buscar alternativas y otras ideas que se comienzan a instalar.
Preocupante y lamentable. Queda la esperanza de revertir, en todo o parte, en el pleno. Ahora bien, que en el pleno la cosa quede mejor que en las comisiones no es garantía de nada. Puede seguir muy, muy, muy, malo. La comparación debe ser siempre con lo que tenemos ahora.
Comentarios
Publicar un comentario