¿Qué le pasa a la derecha?
Estimados lectores,
Ahora los que no se ponen de acuerdo son los de la derecha. Son 37 (36 si se considera que el pastor Luciano Silva ex marxista converso esta semana dio cuentas de que la conversión fue a medias).
Para tener una vicepresidencia se necesitan 24 firmas. La bancada UDI- Republicanos-otros son 21. La bancada RN- Evópoli son 16. Por lo tanto, a la primera le faltan 3 firmas, a la segunda le faltan 8. Juntos les faltan 11 firmas para tener 2 vicepresidencias o les sobran 13 si se quedan con una vicepresidencia y ofrecen las otras a cambio de cupos en la comisión de armonización del período final.
Hasta el cierre de esta edición no había salido humo blanco y cuesta entender por qué. En todo caso, las dos bancadas aseguran que no se quedarán sin vicepresidencia. Y yo les creo. Nunca TAN giles. ¿Alguien podría entender que un sector que obtuvo más de 44% de los votos en la última elección presidencial no tenga un representante en la mesa directiva de la Convención Constituyente? Aunque sea un tema que solo le importa a los medios y a los políticos.
Para lograr entender hay que hacer un poco de historia. Cuando Rodrigo Álvarez consiguió las firmas para ser vicepresidente, lo hizo con las firmas de su bancada, más las de Evópoli y la del RN Harry Jurgensen. A raíz de eso, don Harry fue expulsado de su bancada y así la bancada UDI pasó de 20 a 21. RN dió sus firmas a Lorena Céspedes, de independientes no neutrales. Prefirió dar las firmas a la izquierda, para dar señales de apertura, antes que a sus socios.
Esta vez RN quería que la vicepresidencia la detentara Cristián Monckeberg, con las firmas de Evópoli, buscando las 8 firmas restantes. Siempre dijeron -a la prensa y a la UDI- que tenían todo listo, acuerdo cerrado con la ex Concertación y que la UDI buscara al frente las 3 firmas que le faltaban para una segunda vicepresidencia.
El caso es que eso no era cierto o se les cayeron las firmas del frente, pero ahora están pidiendo a la UDI que -por la unidad- le entregue las firmas a quienes no estuvieron dispuestos a firmar por ellos en la primera etapa. La UDI no tiene ganas de entregar sus firmas.
¿Entendible? Sí. ¿Enredado? También.
Lo último que pude indagar es que la UDI seguía buscando sus tres firmas faltantes, por si acaso saltaba por ahí la cosa. Difícil que alguien de centro o izquierda se las pase. De lo contrario estarían dispuestos a entregar todas sus firmas a Hernán Larraín o Geoconda Navarrete de Evópoli o parte de ellas a un RN que no sea Cristián Monckeberg (ni ninguno de los díscolos Silva, Veloso, Ossandón y Celis). Con las que les sobran, buscarían negociar un cupo extra en la comisión de armonización.
Ahora, lo más impactante de todo esto es que el cargo de vicepresidente adjunto implica muchas horas de trabajo, muy infructuosas y al menos con Rodrigo Alvarez, todo se aprobaba con su único voto en contra. Por lo tanto, mucha pega, poco poder, muy desgastante e influencia cero. Todavía me pregunto por qué Monckeberg tiene tantas ganas de estar ahí.
No sabemos todavía cómo se resuelve esto, pero dicen que se han metido hasta los presidentes de los partidos, secretarios generales y quién sabe si Sebastián Piñera.
Buen fin de semana, actualizo en cuanto pueda, descansen los que puedan.
Horus Vidar, convencional comiendo cabritas
Gracias por informarnos , aunque no es para nada alentador pero así es la realidad casi siempre y la información es necesaria y útil para para prepararse a sobrellevar ( y muchas veces sobrevivir ) tiempos difíciles.
ResponderEliminarLa derecha casi iempre ha sido una montonera, para lo único que se unen es su miedo al socialismo y con el adoctrinamiento que ha habido los últimos 30 años la gente joven no toma en cuenta esos temores .
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