La verdad de la Convención Constitucional
Queridos lectores
Ha llegado la hora de sincerar lo que realmente está pasando en la Convención Constituyente. Ya llevamos 5 meses y lo que en principio puede parecer un guión de Stand up Comedy - lo que a ratos parece una comedia- es realmente un tragedia para Chile.
Este va a ser un post largo, porque aunque me quede sin amigos en la Convención, quiero dejar constancia del patetismo de lo que ocurre adentro.
Aunque más de 2/3 de la Convención dice que esta es una campaña de desprestigio de la derecha ultra minoritaria en la CC, o le echan la culpa a los medios de comunicación (el duopolio le dicen), la verdad es que ni la derecha ni los medios son capaces de transmitir lo que pasa dentro de la Convención.
En un resumen:
- Falta de conocimiento de lo que es y hace una Constitución.
- Falta de criterio de realidad.
- Ecologismo e indigenismo profundo.
- Validación de la violencia para consecución de fines.
- Cero conciencia de que las Constituciones son para proteger a minorías y mayorías.
- Ignorancia absoluta de cómo y de dónde recauda el Estado, para poder financiar prestaciones sociales o distribuir ingresos.
Si quiere conocer la verdad de lo que está pasando, le digo desde ya que todo es real y muy poco, porque me hace falta tiempo, ojos, oídos y ayuda para recoger todo lo que está pasando dentro.
En primer lugar, hay un nivel de ignorancia y falta de realismo político que es bastante impactante. Se escuchan y se escuchan discursos radicales, en todas las materias, sin tener ninguna noción de los efectos que realmente puede generar una Constitución con las ideas que se proclaman como salvadoras de la humanidad.
Por ejemplo, gran parte de los convencionales hablan de garantizar todos los derechos imaginables y gratuidad en todas las circunstancias posibles, pero en ninguna parte hay conciencia de cómo o quién paga esas prestaciones. Piñera, Luksic, Matte: dicen. Sin ninguna conciencia de que no es suficiente, de que se acaba, de con la nueva Constitución nadie más va a invertir un peso en Chile. Sin siquiera saber si esa plata que quieren usar sigue en Chile. Como si durara para siempre. Básicamente, como si la plata saliera de los árboles o fuera suficiente imprimir billetes en la Casa Moneda.
Entonces, queremos garantizar todo, pero prohibir el lucro en todo. Llama la atención escuchar una y otra vez a convencionales con estudios superiores (como Daniel Stingo) hablando contra el lucro en cualquiera de sus formas. Lo raro es que no se pregunte qué pasaría si tuviera que trabajar horas en medios de comunicación o como abogado sin que le paguen.
Uno de los comentarios que primero me llegaron de la Comisión de descentralización, es que se escuchaba varios que hablaban de terminar con las regiones, cambiar la forma de dividirlas, o derechamente de un país federal. Pero cuando se les preguntaba cómo se hacía eso en la práctica, cómo se iba a financiar, cuánto se demoraba o si había conciencia de la burocracia que generaba tener nuevas regiones, o lo difícil que es y se puede demorar cambiar la estructura administrativa de un país, miraban con cara de -literal- "no lo había pensando".
No existía ninguna conciencia de la realidad. Tanto así que cuando algunos que pedían país federal -como Argentina, como si fuera un ejemplo- y se les preguntaba qué iba a pasar con sus regiones en que el producto interno era tan escueto como prácticamente inexistente, miraban con la misma cara del párrafo anterior. Y cuando el convencional de Chile Vamos - Pablo Toloza de la región de Antofagasta - les decía que él estaba dispuesto a eso eso, poque así su región se transformaría en algo parecido a Dubai, empezaban a recién a pensar que quizás no era tan buena idea.
En los recorridos de esa comisión fue cuando empezamos a escuchar esto del ecologismo profundo. Por supuesto, todos contra Dominga, pero cuando en Ñuble se escucha oposición total a los embalses, llama más la atención. ¿No está usted en una localidad con sequía profunda? Sí, pero los embalses son para los ricos. Sí, pero los embalses intervienen la madre tierra.
Ahí fue cuando empecé a darme cuenta que cada audiencia pública, pero más grave aún, cada convencional, habla, se manifiesta y propone, mirando su pedacito de tierra, su ombligo, su entorno, su necesidad, su causa, su metro cuadrado y no son capaces de mirar la totalidad de la realidad del país y sus necesidades. Qué es lo que debe hacer quien gobierna y lo que debe recoger una Constitución.
La comisión de descentralización era transitoria, pero nada ha cambiado con las permanente. Para que decir la comisión de medio ambiente y modelo económico. Que la verdad es que lo primero que hace es garantizar los derechos de todo lo que existe y en último término de los seres humanos. De hecho, el modelo económico es el último punto a tratar en la comisión, primero vienen todos los derechos de la naturaleza y cuidado del medio ambiente.
Lo anterior va de la mano con la comisión de poder judicial y órganos autónomos, donde en los temas mínimos a tratar está la Defensoría de la Naturaleza, pero no la defensoría de las personas o el Banco Central.
Lo más grave es que en todos los discursos de convencionales y audiencias públicas de la comisión de medio ambiente, se busca es prohibir alguna actividad económica, por dañar el medio ambiente. No se habla de sustentabilidad, sino de prohibir. No se habla de desarrollo, sino de decrecimiento.
A mi la verdad es que me gustan los asados y tengo preocupación real de que esta Convención pretende convertirnos a todos en veganos. Porque se habla tanto de la protección de los "seres sintientes", que no creo que podamos comer carne, ni pollo, ni pescado, ni leche ("porque a las vacas las violan"), ni huevo.
Pero la verdad es que pensándolo bien es ridículo que lo dejen en la Constitución porque aunque queramos no vamos a poder comprar nada de eso, porque hay casi consenso en la prohibición total del extractivismo, es decir de la minería se debe terminar. También la pesca. Sin ninguna conciencia de parte importante del país vive la minería y la pesca.
Por eso me gusta llamarla comisión de la quiebra del país y extinción de la especie humana. O viceversa. Porque no sé qué es lo que va a pasar primero. Porque también quieren prohibir el monocultivo en cualquiera de sus formas, no solamente de la forestales, sino que de manzanas, cerezas, uva. Hay que terminar con la agroindustria. Tal cual. Incluso se ha escuchado hablar en contra de los tratados internacionales y de lo negativa que resulta la exportación de vino para el país.
Ya no estamos quedando sin asados para los partidos de fútbol, pero no se descarta la ausencia total de vino, pisco o cualquier derivado de la uva. Como anécdota, de las que dan ganas de reír y llorar a la vez, esta invitación nos llegó la semana pasada: "Te escribo para contarte que como Fundación Vegetarianos Hoy realizaremos una intervención por nuestra campaña y propuesta #NoSonMuebles que busca incluir a los animales no humanos como seres sintientes en la nueva Constitución. Dicha intervención será un acto informativo que contará con una vaca inflable de 5 metros de alto."
Hemos visto y escuchado el biocentrismo en su máxima expresión. Se habla de fin al antropocentrismo sin pudor y de decrecimiento económico como algo positivo. Incluso no se esconden al sostener que la pobreza es más sustentable que la riqueza y no les da vergüenza decirlo frente a personas que - a diferencia de ellos- no tienen todas sus necesidades básicas cubiertas.
Siguiendo con la Comisión de Poder Judicial y Órganos Autónomos ya sabemos que, para casi todos, la Defensoría de la Naturaleza es mucho más relevante que el Banco Central. Hay mucho mayor preocupación por cómo se defiende a los seres sintientes, naturaleza y minerales, que por los derechos de las personas, de cómo aseguramos el acceso a la justicia, cómo defendemos a las víctimas, cómo logramos mejorar el poder judicial o, incluso, mucho más interés en que los presos puedan votar que en se puedan rehabilitar.
Por otra parte, en la misma línea, no veo una preocupación por las personas. No se escucha cómo mejoramos la la la justicia para las personas, cómo respondemos a quién ya no hace una denuncia porque el poder judicial no responde, o porque van a salir a los delincuentes libres, qué les decimos a quienes una y otra vez viven la violencia en la macrozona sur y sigue sin haber nadie preso.
La preocupación permanente es que el nombramiento de todos los cargos, en todas las instancias, sea paritario, con pluralismo, diversidad sexogenérica, diversidad territorial, cuotas de pueblos originarios. Es decir, les importa mucho más el pluralismo judicial y la cantidad de características identitarias para el nombramiento de los cargos, que las capacidades técnicas de jueces y magistrados.
Preocupante. Tan preocupante como si a un mamá con un niño enfermo le hicieran elegir al médico que opere a su hijo, pero en vez de que optar por el mejor posible, le dijeran: -Señora, le toca escoger a un médico que sea mujer, de regiones, de la diversidad sexual y perteneciente a las minorías étnicas.- -Pero cómo, yo quiero al mejor-. - Lástima, no va a poder ser, porque tenemos que velar por la participación de las minorías en la gestión de salud-.
Suena ridículo, pero es lo mismo aplicado a la justicia. Grave, sí, grave para el país.
Todo esto sumado a las permanentes intervenciones de convencionales como Daniel Stingo, que señala que la solución para todo es prohibir el lucro en cualquiera de sus formas. Lo raro es que Stingo es abogado, profesional y parte de los que se podrían llamar "seres pensantes" (a diferencia de los "seres sintientes" de los vegetarianos) y toda su vida ha vivido del lucro (sueldo, para la gente normal). Pero parece no darse cuenta que cobrar por ir a un matinal o tener un programa de TV es legítimo. De nuevo y en otro tema, vemos esta vez como en vez de mirarse el ombligo o su metro cuadrado, cuidan el propio a costa del resto.
Finalmente en la misma comisión se ha hablado de terminar con el Tribunal Constitucional. Es más, en una ocasión Hugo Gutierrez señaló: "primero tenemos que decidir si tendremos o no un Poder Judicial-. Siguiendo con el TC, lo más preocupante es cuando se pone en duda la supremacía constitucional. Preocupante porque estamos escribiendo una Constitución que es precisamente para proteger a la ciudadanía, a las minorías, al pueblo, de quienes ostentan el poder y tienen el monopolio de la fuerza - hasta ahora-. Parecen no entender que la Constitución tiene sentido cuando se puede alegar a alguien si el Congreso aprueba algo contrario a ella, por ejemplo. Es casi escuchar a un niño llevarse la pelota para la casa, porque no le gusta que le metan goles.
Otro aspecto preocupante es que no existe conciencia de lo que es una Constitución. En la mayoría de las exposiciones de los mismos convencionales o de las audiencias públicas, se escucha hablar de materias que son norma constitucional, pero también de asuntos que son materia de ley y política pública. Esto sería un desastre, porque además de tener un texto constitucional total y absolutamente extenso, inabarcable, incomprensible y contradictorio, va a ser imposible de llevar a la práctica. Por otra parte será demasiado poco flexible, lo que una vez más demuestra que no hay conciencia entre los convencionales de lo es y debe hacer una Constitución.
Me parece haber detectado que la mayoría de los que llegaron a la Convención lo hicieron representando causas: animalistas, feministas, indigenistas, ecologistas, de la diversidad sexual y múltiples minorías que nacen cada día. Por otra parte hay un grupo altamente ideologizado, que lo único que le importa es dejar plasmado en la Constitución las ideas del marxismo en todas sus formas, en el estilo gramsciano, dividiendo a la sociedad entre buenos y malos, entre quienes representan minorías por lo que tienen derechos sobre otros y los que no. Así, solo algunos pueden opinar, solo algunos han sido electos con votos válidos. En el fondo, la democracia solo es válida cuando le permite a esos grupos tener el control total.
Así, esta semana tuvimos dos episodios que los demuestran.
En primer lugar, muchos convencionales que no son capaces de condenar la violencia como forma de acción política; otros validando en forma explícita el uso de la fuerza para conseguir fines políticos (tanto la primera línea como el terrorismo en la macrozona sur); otros justificando la violencia a raíz de distintos dolores de las personas (pobreza, injusticias, ser parte de cualquier tipo de minoría). No se me había ocurrido que esto podría pasar en Chile.
Por otra parte, los escaños reservados para pueblos originarios pasando máquina, por ser "grupos históricamente excluidos". Por lo tanto, decidieron que no puede ser parte del comité de participación y consulta indígena un mapuche de derecha o alguien propuesto por Hernán Larraín Matte (por ser Larraín Matte).
En resumen hasta ahora, un grupo muy significativo de constituyentes validan la violencia, ponen en riesgo la supervivencia del ser humano, ponen en riesgo la democracia y están decididos a combatir sexismo con sexismo, clasismo con clasismo, xenofobia con xenofobia.
Finalmente, muchos se impactan de las cosas que se ven hacia afuera, pero nosotros que estamos todo día en esto, ya tenemos serias dudas respecto de la capacidad de entender lo que es una Constitución y de cuál es nuestro mandato, de más de 2/3 de los constituyentes.
Por ejemplo muchos se han impactado con el discurso Nicolás Núñez con la guitarra, pero en mi opinión, fue uno de los mejores discursos que hubo (salvo cuando dice que el presidente es un delincuente). De las cosas menos preocupantes que vemos en la convención son los disfraces de la tía Pikachu o el Dino Azulado. Lo del "bautizazo" o el avión privado a Concepción, un detalle.
Mucho más preocupante es cuando pasamos horas aprobando la forma de participar del pueblo tribal afrodescendiente o dejamos en el reglamento la protección de la semilla ancestral. O cuando toda la izquierda se preocupa de si la Teresa Marinovic está con la mascarilla puesta todo el rato, pero cuando se hace un acto de validación de la violencia y proclamas por la liberación de presos, sin mascarillas y sin aforo, a nadie le importa.
Para qué decir cuando Larraín Matte o Cretton son cancelados por sus apellidos. O cuando se hace permanente alusión a los comentarios de la "Bancada YouTube", demostrando que muchas "convicciones" son lideradas desde las redes sociales. Y para qué decir cuando Jorge Baradit dice que la derecha miente, cuando él lucra y vive de inventar la historia para su conveniencia.
Insisto. Aunque más de 2/3 de la Convención dice que esta es una campaña de desprestigio de la derecha , o le echan la culpa a los medios de comunicación, la verdad es que ni la derecha ni los medios son capaces de transmitir lo que pasa dentro de la Convención. Una verguenza.
Saludos y ánimo,
Convencional que pronto no tendrá colegas amigos
No, no, no, no la compro
ResponderEliminarTe creo absolutamente y lo lamento por mi querido pais y especialmente porvtodas aquellas personas que necesitan un pais que crezca y se desarrolle, un pais donde se abran y no se cierren alternativas para el emprendimiento o el.mejor trabajo, un pais si corrupciones de esas que se forjan con mayor propiedad en las organizaciones publicas donde a nadie le iporta un carajo
ResponderEliminarTe entiendo y lamentablemente te creo
Enhorabuena. Éxito y que no flaqueen las fuerzas. Seremos los que sostendremos tus brazos al igual que Moisés.
ResponderEliminarSlds.estimado