No hay duda que será un proceso histórico para Chile. Inédito. Único. Paritario. Nunca pensé estar ahí y sospecho que cada día será una sorpresa. Quiero dejar registro de lo que ocurra. Para que no se (nos) olvide, pero también para quien quiera saber lo que pasa dentro y hacerse su propia idea. Es importante la transparencia. Los blogs se leen cronologicamente de abajo hacia arriba y muchas veces escribo mientras se desarrollan confusos episodios.

La NO condena de la Violencia

Aquí estamos de nuevo, queridos lectores, pocos pero fieles.

Les aseguro que algún día seremos más. Hay cosas que envejecen bien y tengo la confianza de que este registro lo será. 

Esta semana pasaron cosas raras. En el pleno, digo, porque en las comisiones siempre pasan cosas, que no alcanzo a registrar. Esto es, porque cada constituyente está en una sola comisión. Y siendo yo un solo ser, me es difícil dar seguimiento a todo. Pero no dejo de intentarlo, para ustedes.

El día miércoles en la tarde (como serán los plenos cada semana a partir de ahora), tuvimos una excelente exposición de Alfredo Zamudio, director del centro Nasem para la Paz, hablando de diálogo, empatía, comprensión y una larga lista de etcéteras. Notable la exposición.

Lo raro fue que coincidió esto con que un grupo de Vamos por Chile había presentado una declaración de condena de violencia como forma de expresión política que debía votarse justo después.  Si los convencionales hubieran escuchado en algo lo que dijo Zamudio, hubiera sido un hecho histórico: la primera declaración de la CC por unanimidad. 

Pero no fue así. Por varias razones. En primer lugar porque los convencionales de Chile Vamos habían enviado la declaración a la mesa el día 14 de octubre. Al menos esa fecha tiene el oficio. Y se dió cuenta en la mesa el día 20 de octubre. Esto demuestra que la declaración fue redactada y firmada antes de que quedara una nueva escandalera con la violencia de la conmemoración del 2do año del estallido social (delictual para algunos). 

Me dicen que la idea de Chile Vamos era que se condenara la violencia antes del 18 de octubre. En una de esas se lograba algo. Pero no fue así.

El caso es que después de todo ese tiempo, se puso en tabla la declaración que transcribo:

“Vivir en un Estado de Derecho, esencialmente democrático, nos obliga a expresar nuestras opiniones y creencias de forma pacífica, con pleno respeto de los derechos de quienes integran nuestra comunidad, de manera tal que debe excluirse toda acción violenta, esencialmente ilegítima, como mecanismo válido de expresión de dichas ideas. En razón de lo anterior, esta Convención Constitucional condena todo tipo de violencia como forma de expresión política”.

Me imagino que el lector pensará: "nadie se puede oponer a eso". 

Pues bien, como esta CC no deja pasar ninguna oportunidad de sorprendernos, no fue así.

Es cierto que la presentaron 20 convencionales del vilipendiado y minoritario Vamos por Chile. Es cierto que no era un largo texto filosófico explicativo del problema con todas sus causas, consecuencias y bemoles. Era escueta, pobre, dijeron algunos. Es cierto que hoy el péndulo se movió hacia el orden público y eso favorece a la derecha y en especial al candidato Kast.  Pero, ¿cómo se explica a la gente que no quieres votar por condenas la violencia?

Estratégicamente (o por cazuela, como se dice vulgarmente) Chile Vamos metió a una parte de la CC en un zapato chino. Una parte, porque algunos de la CC nunca van a votar con la derecha, nada. Ni siquiera están dispuestos a firmar una carta de feliz cumpleaños al premio nobel de la paz, propuesta por la derecha. 

Pero hay otra parte, menor, de constituyentes que se consideran a sí mismos "moderados" o "razonables". A ellos les duele la guata (y hasta el pelo) votar con la UDI, pero no pueden rechazar la condena del uso de la violencia como forma de expresión política. 

Entonces ¿qué pasó? En corto: escribieron otra declaración, que iba en el mismo sentido y pidieron votar las dos. Para no votar con la derecha. Ni en contra. Toda una artimaña que no resultó. ¿Entonces? Buscaron otra y alargaron el debate tanto, que se acabó el tiempo y no se pudo votar. Resumen: no se condenó la violencia. Sigue el tema en carpeta. 

¿Quién ganó? La derecha no. No lograron que se condenara la violencia. El resto tampoco. Quién sabe si en un par de semanas, cuando deba votarse, esto genere aun más efectos positivos para el candidato de derecha que pase a la segunda vuelta.  Si es que pasa alguno. "Está todo tan líquido", dicen los siúticos.

Pobre Alfredo Zamudio, vivió en carne propia  lo que es predicar en el desierto. 

Saludos a todos quienes condenan la violencia en todas sus formas,

Horus Vidar

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