Y la culpa no era mía…
Impactadas y e impactados de Chile y el mundo:
Estupefacción y asombro causó la confesión de Rodrigo Rojas, Pelao Vade. El cáncer terminal que lo afectaba, no existe, ni existió. Dijo que estaba desahuciado y con tratamiento paliativos, además de tremendamente endeudado, aún cuando tenía isapre, seguro oncológico y catastrófico. Así también declaró su deuda bancaria: para pagar el tratamiento de cáncer.
Personalmente le creí todo. Ser convencional sería lo último que haría en su vida. Dejaría un legado de lucha por la justicia social y por un sistema de salud digno. Empaticé, me indigné con el “sistema". Y hasta pensé en dejar de pagar seguros, ya que igual no iba a tener cómo pagar ningún tratamiento en caso de enfermedad.
Pero cuando Rojas Vade confiesa, forzado por un medio de comunicación que tenía evidencia de su mentira, se justifica con “y la culpa no era mía”. ¿Cómo? Explica lo inexplicable culpando nuevamente a otros, a la sociedad. Es como escuchar a Ancalao diciendo que la culpa de las firmas falsas de su candidatura es de la UDI. Rojas Vade mintió diciendo que tenía cáncer porque lo que tiene es una enfermedad que estigmatiza. Por eso mintió, explica. Es decir, la culpa no es suya, es de la sociedad, de los que estigmatizan, del sistema, del modelo, quizás hasta de la UDI. Ya nada me sorprende. Menos que haya hecho rifas para pagar sus tratamiento, pedido donaciones y declarado una deuda bancaria, en base a un tongo.
(Rodrigo, que pena que dejaste la carrera de teatro. Hubieras sido el mejor. Sin duda.)
Lo de la culpa no era mía ya es como una consigna dentro de la Convención. Porque se supone que hay un grupo tratando de desprestigiar la Convención, para poder llamar a votar rechazo. Pero cómo dice Katerine Montealegre, la joven de hierro de Vamos por Chile, al parecer "estamos ante un aumento de asignaciones “imaginario”, con solicitud de indulto “imaginario”, con privilegios “imaginarios”, con disfraces “imaginarios”. Uno pensaría que es la nueva versión del “hombre imaginario” de Nicanor Parra, pero no, es Loncón negando el desprestigio que han causado-"
Eso no sólo lo declara Loncón, sino todos los que culpan a otros (a la derecha, a los medios, al duopolio, a los periodistas, al gobierno....y hasta a Pinochet!) del desprestigio. Hemos escuchado hasta que la mentira del Pelao Vade salió a la luz para tapar las acusaciones de corrupción de Torrealba en Vitacura. ¿En verdad? Creo que es sobreestimar a la derecha, en un actuar demasiado sofisticado. Si fueran tan estratégicos, me imagino que les iría mejor en las elecciones o cometerían menos errores cuando gobiernan.
Pero además es una de una frescura sin límite. Asumir los errores no es culpar a otros. La Convención se está desprestigiando y la culpa no era mía...
Cariños a todos,
Horus Vidar, convencional estupefacto
Mi santa madre decía: "lo bueno, si breve, dos veces bueno". (no todo, por supuesto, pero en este caso aplica perfectamente). Buena síntesis, livianita y al cayo; gracias!!
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