Refundación total
Estimados lectores en riesgo de ser refundados:
Ya hemos escuchado a constituyentes diciendo que se va a cambiar el Himno Nacional e incluso la bandera. Son símbolos, pero vaya qué significativo. Ahora, mucho más grave es que en la comisión de reglamento se eliminó toda referencia a la “República de Chile” y en la descentralización no se quiere hacer mención a las “regiones”, bajo la argumentación de que “no sabemos si esa es la forma en que vamos a organizar el país”.
El ánimo refundacional es TOTAL. Cada día más evidente y se expresa sin pudor. Y el ánimo de llegar acuerdos, es ninguno. Solo pasar máquina. Porque parece que todo lo que ha pasado hasta ahora en Chile es malo, hay que cambiarlo, cancelarlo, eliminarlo, refundarlo.
De los discursos se desprende que esta Constitución no pretende ser para la gente, para los vulnerables, para que el crecimiento llegue a todos, para los “abandonados por el modelo”, para avanzar más y mejor, sino que CONTRA los ricos, los privilegiados, la elite, los empresarios, los que han gobernado los últimos 30 años, los cristianos, los que nos definimos como chilenos a secas (tengamos o no ancestros de pueblos originarios- seguro casi todos tenemos y yo sé que tengo-), los que no nos definimos como minoría (aunque lo seamos) y todo lo que la gente de a pié describiría como “normal”.
Lo preocupante es que lo que mantiene la atención es algo importante, pero que no es tan de fondo, como lo descrito más arriba. El aumento de las asignaciones y viáticos. Importante para los convencionales. Obvio. No para la gente, no para nuestros representados.
El (auto) aumento de las asignaciones demuestra la profunda desconexión de los convencionales con los problemas que tiene la ciudadanía hoy, es una de las malas prácticas que tanto recriminaron y que se demoraron un mes en replicar.
Algunos sólo estamos pidiendo actuar de acuerdo a facultades que nos competen. Hacer modificaciones a una ley de presupuestos excede nuestras facultades. Ya existe un presupuesto creado por ley para la Convención y tenemos que mantenemos comprometidos con el respeto a las leyes que nos rigen. NO estamos por sobre la ley.
La ciudadanía no esperaba solo una nueva Constitución, tenía la esperanza de que esto fuera una nueva forma de hacer política. Que pusiéramos sus intereses y sus problemas por sobre los de los políticos. Y eso no está pasando.
Me recuerda la letra de una conocida canción de Los Prisioneros, que transcribo en las partes pertinentes: “Es mentira eso del amor al arte, no es tan cierto eso de la vocación… , es una humana condición o es nuestro estúpido sistema…., sólo algo todos quieren en común…, sólo algo deja bien a casi todo el mundo… Quieren dinero. Es el "cómo" y el "por qué", es el presente y el futuro, es el poder y la pasión, el atractivo más seguro…. Quieren dinero.”
Lo peor es que no es plata privada. Son platas públicas. Más beneficios y privilegios, financiados por los impuestos de los chilenos, de los lectores de este blog y de los que no lo leen.
Preocupante. Pero muy más preocupante es el ánimo refundacional que se va a apoderando de la Convención. Creo que es hora de la ciudadanía sepa lo que está pasando: ¿me ayudas reenviando este blog?
Con profundo agradecimiento, se despide de una convención rodeada,
Horus Vidar, convencional constituyente
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