Loncon no es Allende
A mis lectores tan queridos:
Hoy comenzamos con las palabras de Marcela Cubillos a raíz de las declaraciones de la presidenta Loncon, ayer en Mentiras Verdaderas.
Merece transcripción textual:
“Presidenta, fuimos aludidos por usted de un modo en que al menos tenemos derecho a responder. Ayer en este hemiciclo usted habló de amor, en la noche en TV sembró división y pavimentó tiranía. Al hablar de un sector como el “sector del privilegio” usted no solo descalifica a un grupo de convencionales sino a más de un millón de chilenos que nos eligió para estar acá. Pero más grave aún, es que usted no hace una opinión política, sino divide a los chilenos en buenos y malos. Entre aquellos que sí tienen derecho a estar aquí, y los que a su juicio no, aunque hayamos llegado con muchos más votos que usted. Usted define qué opiniones o qué sector político es moralmente aceptable y cuáles posiciones no son moralmente tolerables.
Esa división entre buenos y malos como forma de reemplazar legítimas visiones políticas sobre el país y nuestro futuro, es la lógica que lleva a la violencia y pavimenta la tiranía. Porque a ese otro, que yo decido no tiene derecho a pensar como piensa o a estar acá, o su opinión no es legítima, eso me da derecho a silenciarlo y cancelarlo. De la manera que sea.
Solo quiero terminar recordando aquellos tiempos en que 30 años después de septiembre de 1973, algunos fuimos diputados con la senadora Isabel Allende presidiendo la Cámara de Diputados, sí la hija de Salvador Allende, y lo hizo siempre sin odio, con respeto a todos. No hizo nunca un discurso, como usted ayer, sobre el amor, pero ejerció su cargo dando garantías y respetando el derecho a pensar diferente y a tener historias diferentes.
Algo tan simple y humano como eso, es lo que hoy demandamos de su conducción. O que todo Chile se entere, que en esta Convención Constituyente ni siquiera su presidenta está pensando en hacer una Constitución para todos los chilenos, sino sólo para aquellos que piensan como ella o que tienen, sí, el privilegio, de caber dentro de sus categorías morales".
(Marcela, hasta yo me sorprendo cuando tus palabras me representan, pero me representan. No las eses de las palabras, pero si el contenido. Gracias por ello).
Puede ver el video aquí.
me perdí, ¿cuál es la afrenta al llamar públicamente "privilegiados" a un sector que evidentemente ha permanecido en una posición tal? Quién produce esa división entre buenos y malos es ni más ni menos que Cubillos con sus palabras, no Loncón. Además, no olvidar que Cubillos abogó por la permanencia del dictador en el poder, se opuso a la ley de divorcio, etc. Ella ha estado permamentemente a favor de imponer su propia moral a la sociedad chilena, ¿y ahora surge el interés en oír todas las voces? ¿Va a aceptar si la mayoría se opone a sus pensamientos católicos y privilegiados o mirará con cara taimada, llena de impotencia por no poder poner ella el punto final, alegando tiranía?
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