Porristas virtuales (y bravas).

Querida, creciente y muy valorada comunidad virtual:

Soy de esas personas que no se siente bien en el mundo virtual. De hecho, este blog es para mí una experiencia casi religiosa. Pero he descubierto todo un mundo de porristas y barras (en ambos casos bastante bravas) que acompañan a ciertos constituyentes en todo momento desde la virtualidad y anonimato. Cada aparición de su representante en medios de comunicación genera todo un tsunami de aplausos, admiración y réplicas de sus dichos. Y vaya alguien a contradecirlo ante las cámaras o micrófonos. Insultos que llegan a recordar a la familia completa. Varios se toman la molestia de buscar cada una de las redes sociales posibles para escupir virtualmente al que osó contradecir o incluso matizar al líder espiritual (otra parte de la experiencia religiosa).

Seguro será parte de la efervescencia de las primeras semanas. Porque si la Convención se desarrolla con este nivel de pasión, va a ser difícil dialogar. Esperemos que sea el entusiasmo de quienes soñaban con esta Convención, que busca plasmar en la carta magna igualdad de oportunidades, mejor distribución de los ingresos, gratuidad y calidad en todas las prestaciones sociales y tantas otras cosas a las que nadie podría oponerse. 

Igual me sigo preguntando cómo lograr todo eso. Sobre todo porque parece que la respuesta para todo es "más Estado", y yo todavía no veo algo que el Estado haga mejor que los privados. Aunque quizás debemos pensar en un "mejor Estado" y en mejores privados. No se ve nada fácil. 

Ya empezaremos... paciencia.

Abrazos, Horus.